viernes, 30 de julio de 2010

Semana de la lactancia materna





Como ya he publicado en otras oportunidades revalorizando la lactancia materna, en esta oportunidad y con motivo de recordarse en esta semana especial este hecho, comparto este artículo... y felicito a todas las mamis que no miden el cansancio y esfuerzo que implica amamantar pensando en lo mejor que pueden darle a su bebé. Gracias a todas y sean voceras de las bondades que significa esta capacidad de toda mujer!!

1.5 millones de niños de menos de 5 años pueden salvar su vida si recurren a la leche materna

La OMS dijo que el amamantamiento exclusivo durante 6 meses, seguido por una alimentación sólida combinada con leche materna por un total de dos años, puede salvar anualmente la vida de más de 1,5 millones de niños menores de cinco años.



La Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió un comunicado recordando la importancia de la leche materna en la salud y las oportunidades de supervivencia de los niños.

Como anticipo a la semana de la lactancia, que se celebra del 1 al 7 de agosto, la OMS subrayó que ése es el alimento ideal para los recién nacidos.

La leche materna es segura, tiene los nutrientes necesarios para el desarrollo, y contiene anticuerpos que ayudan a proteger al bebé de enfermedades comunes durante los primeros meses de vida.

La OMS agregó que el amamantamiento exclusivo durante 6 meses, seguido por una alimentación sólida combinada con leche materna por un total de dos años, puede salvar anualmente la vida de más de 1,5 millones de niños menores de cinco años.

Indicó que las cifras de lactancia exclusiva por seis meses se han elevado a un 35% a nivel global.

Pero alertó que aún hay muchas madres que dejan de amamantar a sus hijos en las primeras semanas por diversas razones, incluida la falta de asesoramiento profesional en los centros de salud.

En ese sentido, instó a los servicios sanitarios a implementar la estrategia de la OMS y UNICEF conocida como “Diez pasos para el amamantamiento exitoso”, que incluye recomendaciones para apoyar a las madres y a sus bebés en los hospitales y tras ser dados de alta.

El amor materno engendra confianza




Los bebés que reciben mucho afecto de sus madres estarán mejor preparados para enfrentar el estrés y las tensiones siendo adultos.

Esa es la conclusión de un estudio llevado a cabo en Estados Unidos con cerca de 500 personas a quienes se siguió desde la niñez hasta la adultez.

La investigación -publicada en Journal of Epidemiology and Community Health(Revista de Epidemiología y Salud Comunitaria)- encontró que los abrazos, besos y delcaraciones abiertas de amor de la madre a su bebé parecen fomentar la capacidad de resistencia y recuperación emocional.

La clave, afirman los investigadores, podría ser un vínculo fuerte y seguro entre la madre y el hijo.

A pesar del creciente interés que existe en el papel que juegan las experiencias de los primeros años de vida en la salud adulta, casi no ha habido estudios que hayan podido seguir a los participantes desde la niñez hasta las etapas posteriores de la vida.Los investigadores de la Universidad de Duke, en Carolina del Norte, sí pudieron seguir ese registro con 482 personas que participaban en el Proyecto Perinatal de Colaboración Nacional.

Los científicos midieron con pruebas psicológicas la calidad de la interacción entre las madres y sus bebés cuando éstos tenían ocho mesmes.

Al final de cada sesión, el psicólogo calificó la forma como la madre respondía a las emociones y necesidades del niño.

La cantidad de afecto y atención que la madre daba su hijo también fue clasificada, con marcadores que iban desde "negativo" a "extravagante".

Posteriormente, cuando esos bebés cumplieron en promedio 34 años, se estudió su salud mental usando pruebas estándar para clasificar síntomas que incluían tanto factores específicos como ansiedad y hostilidad como niveles generales de aflicción.

También se preguntó a los participantes si pensaban que sus madres habían sido afectuosas con ellos y debían responder con marcadores que iban desde "fuertemente de acuerdo" hasta "fuertemente en desacuerdo".

Mejor preparados

Los resultados mostraron que los niños que recibieron mucho afecto de su madre podían manejar de mejor forma todos los tipos de aflicciones.En particular, los niños de madres cariñosas podían tratar mejor la ansiedad que los niños de madres emocionalmente indiferentes.

"Es sorprendente que una breve observación del nivel de cariño materno en la infancia esté asociada con la angustia que puede enfrentar ese niño 30 años después", afirman los investigadores.

Y agregan que estos resultados comprueban la creciente evidencia de que la primera infancia auida a establecer las bases de las experiencias más tarde en la vida.

Pero señalan que no puede descartarse la influencia de otros facotres, como la personalidad, la educación y la vida escolar.


Tal como explica la doctora Terry Apter, profesora de psicología del Newham College de la Universidad de Cambridge, "lo que realmente se desea es tanto receptividad como afección, es decir, una madre que está "sincronizada" con su bebés".

"Los bebés no nacen sabiendo cómo regular sus emociones. Lo aprenden cuando se sienten angustiados y se les tranquiliza".

"Y una madre receptiva y sensible podrá detectar la señal que indica cuando su bebé ya ha tenido suficiente".

Es decir, agrega la psicológa, una madre receptiva no sólo sabrá cuándo hay que dar un abrazo sino también cuándo debe dejar de darlo.

"Porque ningún niño de 12 años se sentirá bien al ser abrazado y besado por su madre como si fuera un bebé", expresa la doctora Apter.

viernes, 23 de julio de 2010

Cómo estimular el gateo

Enseñar al bebé a estar boca abajo es el primer paso para la estimulación del gateo. Sin embargo esto que parece tan natural, los padres prácticamente ya no lo hacen. Creo que una de las razones es el consejo que hoy día dan los pediatras para prevenir la muerte súbita(incluso por miedo, tampoco despiertos los ponen en esta posición) y al uso excesivo de "porta bebés" como silla nido, andador, saltarín... que limitan la capacidad de movimiento de los niños.
Rosina Uriarte, española diplomada en Estimulación temprana, recomienda a partir de los tres o cuatro meses y siempre bajo vigilancia, ponerlos a ratos de panza para que vayan ejercitando la musculatura. Se les puede colocar un objeto interesante a su alcance de manera que con el tiempo comiencen a empujarse con los pies y a estirar los brazos. Así surgirá el arrastre y luego el gateo.
Es posible que el niño en un principio no se sienta a gusto en esta posición, por ello lo recomendable es no dejarlo solo y colocarse a su misma altura. Si llora, hacer que aguante un poquito solamente y cada día intentarlo de nuevo dejándolo un poco más. No le pasará nada.
Luego, se lo puede colocar sobre sus cuatro apoyos, manos y rodillas, y mecerlo hacia adelante y hacia atrás. Esto es algo que hacen naturalmente y que les ayuda a tener la fuerza para poder gatear. Además los movimientos rítmicos suelen resultarles agradable( se puede ponerle música)
También se recomienda tomar al niño por la panza o ponerle una toalla alrededor de ésta y sujetarla desde arriba, para favorecer la posición del gateo, se puede probar ponerle un almohadón debajo del tronco para ayudarlo a colocar rodillas y manos en el suelo.
Es importante que toda la familia juegue gateando, pasando debajo de sillas o haciendo carreras para que el niño lo vea como algo divertido y quiera participar.

Los invito a ver el video que nos muestran las peripecias de un bebé en dichos aprendizajes...





El gateo del bebe (Desarrollo motor)

jueves, 22 de julio de 2010

"A gatas"




El simple hecho de circular en cuatro patas se relaciona directamente con el desarrollo físico e intelectual de los niños

El gateo desarrolla la visión, el tacto, el equilibrio, la motricidad fina, la orientación espacial y el desplazamiento del cuerpo. Es un tipo de movimiento que ayuda a la integración sensorial y a la madurez del sistema nervioso. Por todo esto, aunque parezca increíble en muchos caso, una buena dosis de arrastre y gateo pueden prevenir futuros fracasos escolares.
Para tener en cuenta:
Entender esta relación no es complicado y se puede aclarar en los siguientes puntos:-Al tener movilidad desde pequeño, el niño empieza a planear cómo conseguir las cosas y cómo alcanzar determinadas posiciones. Esto es importante para la planificación motora, la que es esencial para aprender posteriormente a andar en bicicleta o a saltar.
-Al aguantar el peso de su cuerpo con las manos, el pequeño desarrolla la estabilidad de los hombros y desarrolla la palma de la mano. Estos puntos son importantes para habilidades de motricidad fina, como tomar el lápiz y dibujar.
-Al gatear el niño puede meterse en lugares complicados, lo que le enseña sobre el tamaño de su cuerpo y, en consecuencia,, desarrolla la conciencia espacial. Esta, a su vez, es importante para aprender a leer, escribir e incluso para las matemáticas.
-El gateo ayuda a que la visión se desarrolle correctamente. Al mirar el suelo para colocar la mano o la rodilla convenientemente, el niño enfoca los dos ojos en un mismo punto a corta distancia. Cuando mira adónde va, enfoca los ojos en un punto infinito los ojos en un punto infinito. Este es un estupendo ejercicio muscular para los ojos que facilita la acomodaciòn visual que más tarde será clave para la lectura. De hecho, segús estudios el 98% de lo niños con estrabismo no gateó.
-Por último, este tipo de movilización requiere la utilización coordinada de los dos lados del cuerpo. Por lo tanto, fomenta el desarrollo de los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro y las conexiones entre ambos. Esto es vital para la coordinación posterior, como la que tiene que ver con el salto.

En la próxima publicación comentaré cómo estimular el gateo, qué ejercicios son los más adecuados para provocar el deseo y vencer el miedo.


martes, 6 de julio de 2010

Los misterios de las manos

Para un niño las manos se transforman en una fuente inagotable de sucesivos misterios. Desde que nace, están marcadas por el enigma del deseo del Otro que, de algún modo, él pretende alcanzar; pero, cuando cree encontrarlo, se encuentra siempre con algún otro secreto que mágicamente encierra su mano.
En este recorrido los dedos le servirán, entre otras cosas, para indicar su deseo, para comenzar a jugar con los números y nombrar sus años. Se numera y se nombra a través de los dedos que, a su vez, tienen nombre propio: el índice, que indica y señala un enunciado, un mensaje, un sentido; el pulgar, que, pese a su pequeñez, conceptualiza la fuerza, la rectitud, la eficacia, el poder-de ahí que extendido hacia abajo da idea de fracaso, de derrota-; el dedo medio, el mayor, que en la antigüedad se relacionaba con los símbolos que manifestaban menosprecio; el dedo anular (annularis), que lleva este nombre por los anillos que en él se colocaban en señal de unión; y finalmente el meñique, que se asocia con algo muy pequeño y que también se designa como a "auricularis", pues, por su pequeñez, se emplea para retirar el cerumen de los oídos.
Como ninguna otra parte del cuerpo los dedos de la mano tienen un nombre propio más allá del cuerpo y de la propia mano; o sea, un significante se apropia de los dedos nombrándolos en una serie discursiva.
Los dedos también tienen en sí mismos cierto poder designativo. Designan en las huellas dactilares la "identidad" de un sujeto. Poseen un carácter escritural cuyas marcas producen efectos de diferencia. En este sentido las huellas digitales rompen la identidad común o general y sitúan lo singular.
Como se intenta puntualizar en este breve recorrido, la mano y sus dedos distan mucho de ser meros instrumentos fisiológicos mecánicos, pues allí se anuda la dimensión de existencia, que implicará el anudamiento simbólico, imaginario y real de un sujeto.
Para el bebé, la mano del deseo, en su actividad pulsional, constituye en sí misma una actividad (muscular) placentera. Es conocida la satisfacción que ella genera en relaciòn con su propio cuerpo y con el Otro.
El lactante no sólo desea tocarse su boca sino tocar la boca y el cuerpo del Otro. Ese toque, que se origina en el diálogo-tónico-libidinal que instauró ese Otro materno, determina la necesidad de repetir esa escena de naturaleza erógena-placentera. De este modo, el niño comienza a conocer y descubrir su cuerpo y el mundo; en este camino la mano (del deseo) se transforma en un instrumento libidinal esencial para su satisfacción.

bibliografía: Levin, Esteban, La infancia en escena, Editorial Nueva Visión, pág 124 -132



jueves, 1 de julio de 2010

El jugar es vital para el niño

Sabida es la real importancia que tiene el jugar en la infancia, ya que a través de éste el niño incorpora su cultura, se expresa, se comunica, crece y aprende a independizarse.
El juego no comienza después de que el niño se sienta, gatea o camina, sino mucho antes: en sus gorjeos, en el descubrimiento de sus manos, en el agarrar un objeto que brilla o suena.
Como se puede apreciar, el tema es bien amplio y se puede analizar y estimular desde distintos ámbitos.
A continuación les comparto un link en donde se podrá ahondar mucho, sobre todo desde una mirada psicológica. Un material muy bueno, que vale la pena leer para recordar conceptos. Para aquellos que somos docentes de nivel inicial y/o especial y para los docentes de otras modalidades también, ya que el juego debe estar presente a lo largo de toda la vida, como bien lo expresa Schiller: "el hombre no está completo si no juega"